Buscamos disfrutar tanto el proceso editorial como las diferentes actividades educativas que realizamos y, de paso, continuar compartiendo y debatiendo sobre temas como la ecología, la lucha por los derechos de la mujer, la importancia de las culturas originarias, de los clásicos, lo monstruoso, la diversidad sexual, la fantasía, el mito, la historia y la leyenda, entre otros. Es así como, aunque el arte no necesita estar subordinado a ningún fin, nuestro esfuerzo va cobrando otros sentidos que podrían permitir señalar en nuestras publicaciones una utilidad en favor del interés público y del valor del ser humano, pero sobre todo de una diversidad y vitalidad herética, de acuerdo con su acepción etimológica. A través de esta libertad aludida por el término, emprendemos el desafío de mantener vigente aquello que nos conecta con los otros de manera positiva, y con la vida misma en medio de una sociedad que muchas veces atenta contra la supervivencia del arte y la emancipación del espíritu, de “buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar y darle espacio.” (Calvino citado por Ordine, 2013, p.31).

Nuestro enfoque

Nuestro principal objetivo es incentivar la mirada hacia las profundidades de lo que somos, especialmente en ese momento de interpelación cuando leemos, escuchamos y escribimos. Lo hacemos a través de la construcción de un espacio en el que resuenen las imágenes primordiales y los símbolos que hoy en día animan el arte con formas mucho más actuales, dando voz a las historias que nos habitan, rescatando el valor y la memoria de aquello que nos pertenece, nos compete y que hemos olvidado o invisibilizado, ya sea por descuido o por la alevosía de quienes no ven en la cultura un medio de integración social, una fuente de deleite, sabiduría, libertad y dignidad.