La idea del hombre frente al mito se ha convertido en un verdadero prisma de perspectivas frente al análisis y las diferentes recreaciones míticas que se han presentado en el mundo “moderno”. Desde sus orígenes, tanto el mito como el concepto moderno de literatura proyectan arquetipos del pensamiento humano. Lo efectúan a través de signos y tropos literarios que se modifican con el tiempo y el espacio donde se encuentran. En esta transformación se observa que el mito va fortaleciéndose desde un principio con lo sagrado y los ritos que corresponden a cada cultura; dando paso a un nuevo discurso.
Se ha podido observar que los avances científicos, las artes, la filosofía e incluso problemáticas diversas se han insertado y permitido el regreso a los mitos antiguos que con la visión del mundo contemporáneo en lugar de olvidarse se van fortaleciendo. Los mitos van forjando la historia de la humanidad: a través del tiempo han ido madurando y necesitando la historia dentro de un mundo mitológico donde el hombre encontró respuestas a diversas visiones entre la religión, la naturaleza, el bien y el mal, sus orígenes etc. El reconocimiento del hombre y del otro, sus limitantes, su destino y por supuesto la vida y la muerte. Rumbo a la modernidad se observa que el mito a través de los conceptos de colectividad y universalidad interpretado a través del mundo poético logra la permanencia y por lo tanto la creación de un nuevo mito como expresan diversas teorías.
En la literatura mexicana del siglo XX, uno de los autores que sorprende y da muestra de la recreación mítica es Enrique Serna, De la antología Amores de segunda mano, a manera de presentación e invitación a leerlo muestro un cuento que se titula Hombre con Minotauro en el pecho donde el tema sobre la existencia humana se observa dentro de una perspectiva que el autor se permite abordarla a través de realizar una simbiosis con un personaje mítico exponiendo la tradición clásica y entretejer visiones vanguardista míticas y posturas referente al arte.
… Es innegable, por añadidura, la pluralidad de significado que revela, sin salirse de un solo periodo, la investigación de un mismo tema. Esta polisemia se descubre tanto en motivos de origen visiblemente natural, según advertimos hace poco, como en figuraciones de índole ante todo mitológica, religiosa, fantástica e intelectual (Guillén,1985, p. 270)
Esta cita muestra y aclara la invitación a la lectura y mirada que tendré sobre el argumento que mencionaré más adelante, considerando que se tomará un personaje que de acuerdo con diversas clasificaciones dentro del mundo mitológico se considera dentro de la clasificación de los monstruos, el Minotauro, personaje que ha sido tema recurrente en diversas épocas, géneros literarios y discursos artísticos, como en grandes creadores Pablo Picasso o Jorge Luis Borges por mencionar algunos.
Hombre con minotauro en el pecho es un cuento donde se envía a un niño a pedir un autógrafo a Picasso y él le dibuja un minotauro en su pecho, lo cual hace que le cambie la vida al personaje, el artista lo condena el resto de su vida a que viva un encierro como el destino que dentro de la tradición clásica tuvo el personaje que lleva grabado. La historia se centra en contar los sentimientos del niño con el Minotauro en el pecho, niño y minotauro comparten un sentir monstruoso, respecto a ese encierro en el que viven, esa soledad que lo va transformando y deshumanizando paso a paso y momento a momento.
“Perkins maulló vengativamente cuando me instalaron junto a él. En su jaula parecía mucho más libre y humano que yo”. (Serna, 1999, p. 203).
El niño es vendido por los padres y se va exponiendo en diversas vitrinas como un objeto más de arte. Se observa en el niño una transformación del sentir consciente hacia la sin razón, de humano a elemento tangible, es decir confinado a ser una cosa. Cuando lo transportan en el avión junto a la mascota menciona que el gato Perkins goza de mayores beneficios y así sigue en la historia comparándose con cosas: “imitar la quietud de los muebles. (frente a sus amistades), Me asignó un lugar destacado en la sala, entre una litografía de Goya y una versión en miniatura del Mercurio de Rodin”. (Serna,1999, p.204)
Se observa en el personaje una aceptación sobre ser un objeto, él mismo presume de estar convirtiéndose en un objeto de arte, aunque al parecer considera que está en una transición entre mueble y obra de arte. Me parece pertinente mencionar que en la reelaboración sobre un mito literario y la relación con la sociedad que rodea la narración se irán formando relaciones complejas.
“Toda mitología ha crecido en una sociedad determinada, en un territorio limitado. Después Chocan y se relacionan, y se amalgaman, y surge una mitología más complicada”(Campbell, 2015, p. 45).
Esta narración considera al personaje una nueva aparición mitológica frente a una nueva realidad de proyección de miedos y angustias para así aparecer en un personaje que presentará actitudes y denuncias sociales a través del arte, transformado en una nueva reelaboración mítica.
En su cuento, Enrique Serna muestra la evolución del personaje de forma continua frente a la deshumanización y la crítica social que se proyectará a través de la apreciación del arte y de un universo vanguardista. El icónico personaje mitológico monstruoso que se maneja solo por instintos y una sociedad irreflexiva que se vuelca ante el narrador considerando la obra de arte como lo más importante y sin ver al ser humano y por lo tanto ajenos a sus sufrimientos. El actante se enfrenta a su nueva realidad y a la letra expresa
Ya empezaba a sentirme ninguneado, invisible, disminuido por el tatuaje que merecía más atención que yo. Algunos invitados no se molestaban en verme la cara: fijaban la vista en el minotauro como si yo fuera un marco de carne y hueso (Serna, 1999, p. 204).
El hombre realiza una serie de reflexiones e introspecciones ante los comentarios de sus espectadores, o como el mismo personaje les llama irónicamente “los conocedores”, ante su invisibilidad que motiva una actitud agresiva hacia ellos y un odio contra el artista creador Picasso, y por ende genera como consecuencia odiar una parte de él. Opiniones diversas enfurecían al protagonista que era quien padecía precisamente esa ausencia existencial, ese no ser, predominando lo instintivo contra la razón ante una colectividad y se mostrará una vez más la plurivalencia de dicho personaje mítico.
El epígrafe con el que inicia el cuento de Enrique Serna es el hilo conductor del texto. La advertencia temática que durante el desarrollo de la narración el lector logrará identificar la simbiosis de la que hablé en un principio.
“Mi amor a lo ornamental existe, sin duda, porque siento en ello algo idéntico a la sustancia de mi alma”. Fernando Pessoa, libro del desasosiego.
El protagonista debe asumirse como obra de arte expuesta a las diversas interpretaciones y lo remite a que si no busca obtener su libertad, por sí sola no llegará. Él debe aprender a vivir aceptando su existencia como una obra de arte y el ser inexistente como ser humano, ya que si quiere existir debe buscar su libertad.
En el cuento se funden la concepción del mito de tradición clásica con la idea del minotauro que pintaba en su colección Picasso, sumado con la propia propuesta del autor sobre el minotauro, dicho arte que expresaba el pintor cubista lo explica en una clara descripción Joseph Campbell sobre un cuadro:
…Son dos figuras míticas. La imagen que me viene a la mente es la Minotauromaquia de Picasso, un grabado que muestra un gran toro monstruoso acercándose. El filósofo está subido a una escalera, aterrorizado por escapar. En la arena hay un caballo muerto, y sobre el caballo sacrificado yace el torero, que es una mujer, también muerta. La única criatura que se enfrenta al monstruo es una niñita con una flor. Y son las dos figuras de las que acabas de hablar: la inocencia infantil y la amenaza terrible. Ahí puedes ver los problemas del presente (2015, p. 39).
La tradición clásica y la vanguardia en este cuento muestra las posturas de las recreaciones míticas expuestas en este cuento, como la visión Vanguardista del minotauro de Picasso, acostumbrados a la función del arte que revela luz y equilibrio a través del objeto creado aunado a la concepción vanguardista del arte y la unión de la tradición clásica y el personaje mítico.
El texto provocador muestra expresiones que remiten a elementos paradójicos y costumbres religiosas no respetadas ni cumplidas, con una visión donde se enfrentan la condición moral del protagonista, la cual dejará atrás, se confrontan con la búsqueda de la supervivencia que logrará a través del arte como una idea social y colectiva ante la mirada de los nuevos movimientos vanguardistas, frente al mundo mitológico y perspectivas sociales de apreciaciones modernas. Este cuento permite mostrar los mundos míticos a través de una desmitificación que invita a replantearse al hombre su existencia, su naturaleza y su pensamiento frente a un entorno vertiginoso y caótico que lo ha deshumanizado.
REFERENCIAS
Campbell, J (2015). Los mitos. Su impacto en el mundo actual. Barcelona: Kairós.
Campbell, J (1972) El héroe de las mil máscaras. México: Fondo de Cultura Económica
García Pérez, D (2006) Prometeo: el mito del héroe y del progreso. México: UNAM Cuadernos del IIFL, 30.
Guillén, C (1985). Entre lo uno y lo diverso. Barcelona: Crítica.
Eliade, M (1991) Mito y Realidad. Barcelona: Editorial Labor.
Eliade, M (1981) Lo sagrado y lo profano. Barcelona: Guadarrama/punto Omega.
Serna, E (1999). Amores de segunda mano. México: Cal y Arena.
Verani, H, J. (2003) Las vanguardias literarias en Hispanoamérica. México: Fondo de Cultura Económica.
SOBRE LA AUTORA
Reyna Elizabeth Enríquez Álvarez
Mexicana. Realizó sus estudios de licenciatura y maestría en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM con la carrera de Lengua y literaturas hispánicas, así como la Maestría en Docencia para la Educación Media Superior (MADEMS), es especialista en Literatura Mexicana del s.XX por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y actualmente es doctorante en el posgrado de letras de la UNAM con el proyecto “Recepción de mitos griegos en la literatura del siglo XX”.