Trova bribri hacia Sulákaska por Josué Rodríguez Calderón, poeta bribri-ngäbe

Me vertieron dulce la sangre

fuerte dentro de semilla aflorada, 

una semilla de maíz, palpitante

azur del cielo y bribri me vistieron. 

Del devaneo entre libertad 

y fantasía salí a salomar 

trova en el clan bulbolwak, 

armonioso trozo ancestral,

así fortuna arde en mi corazón. 

Dilecto me siento al brotar 

de Iriria, mientras mi cabello

lacio seduce la bondad

del rostro de un legado sublime. 

Quizás ese espíritu derrochado

en versos de mi ojo derecho, 

al partir se una al aclamado

pájaro negro para derramar 

el sorbón y bailar desde la eternidad. 

Al contar cuatro, danzar

como la locura dentro de abejas, 

caer mieloso desde las estrellas, 

mientras amanezco oreo en Sulákaska. 

A ese paraíso he de marchar

habiendo tatuado en mis huellas

el cuido de paz por la madre tierra, 

con fragancia de luz el tigre de agua

me recuerda quimérico que soy guardián.

Del dínamo verde y frugal

de un vasto conocimiento me tiñeron, 

un idioma en latido sideral 

celaron mis sentidos en bello linaje. 

Embriagado de una lluvia de historias 

con el verbo salvaje de mi lanza, 

acorralado por espíritus montañezcos, 

cuando me azoten las arrugas 

dejaré mi canto en las generaciones. 

Me deleito en la risa del mayor

cargando mi mochila melancólica, 

el llamado heredado me incita

a beber sidéreo agradeciendo a Sibö. 

Moler el cacao sinestésico 

y ver pintarse de su acuarela 

una vez más a la ardilla para revivir

taciturno el comienzo, en cada cerro

encenderé la memoria indígena. 

Al pasar el tiempo

ese rito funerario de acordeón

soltará mi alma para saludar a Yábulu

y cada guardián de inefables ventanas. 

Por eso mi sendero se columpia

en bienestar con mis hermanos, 

en médanos de devoción pacífica 

por la naturaleza, alzaré mi vuelo 

ardiente pues hacia Sulákaska me dirijo. 

Nota: El término Sulákaska hace referencia a una especie de inframundo para los bribris. Es donde se fabrican las almas, el lugar al que vuelven luego del deceso mortal y el hogar de SuLá, el hacedor de almas.

Sobre el autor

El poeta poeta indígena bribri-ngäbe Josué Rodríguez Calderón nació el 24 de setiembre de 1998 en San José, Costa Rica . Actualmente vive en el territorio indígena de Salitre de Buenos Aires, Puntarenas y estudia Zootecnia en la Universidad de Costa Rica, donde forma parte del Movimiento Indígena Interuniversitario (MIINTU).
En el 2019 se integró a un curso de escritura impartida en la misma universidad, también forma parte de la Sociedad de Poetas Cartagineses desde el 2020 y este año se unió a Otro Taller Literario. Como parte de la agrupación Gente y Fauna (ONG) ha colaborado con el poema “Llantos taciturnos» para el mes de los felinos en la página de Facebook de dicha organización.
Es un joven que aprovecha el bagaje cultural de su pueblo, así como la belleza de la naturaleza, del arte, el romance y el dolor para colorear ese vivir de la poesía.

Imagen: Laguna de Sierpe (Puntarenas, Costa Rica). Fuente: quebuenlugar.com

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s