Me vertieron dulce la sangre
fuerte dentro de semilla aflorada,
una semilla de maíz, palpitante
azur del cielo y bribri me vistieron.
Del devaneo entre libertad
y fantasía salí a salomar
trova en el clan bulbolwak,
armonioso trozo ancestral,
así fortuna arde en mi corazón.
Dilecto me siento al brotar
de Iriria, mientras mi cabello
lacio seduce la bondad
del rostro de un legado sublime.
Quizás ese espíritu derrochado
en versos de mi ojo derecho,
al partir se una al aclamado
pájaro negro para derramar
el sorbón y bailar desde la eternidad.
Al contar cuatro, danzar
como la locura dentro de abejas,
caer mieloso desde las estrellas,
mientras amanezco oreo en Sulákaska.
A ese paraíso he de marchar
habiendo tatuado en mis huellas
el cuido de paz por la madre tierra,
con fragancia de luz el tigre de agua
me recuerda quimérico que soy guardián.
Del dínamo verde y frugal
de un vasto conocimiento me tiñeron,
un idioma en latido sideral
celaron mis sentidos en bello linaje.
Embriagado de una lluvia de historias
con el verbo salvaje de mi lanza,
acorralado por espíritus montañezcos,
cuando me azoten las arrugas
dejaré mi canto en las generaciones.
Me deleito en la risa del mayor
cargando mi mochila melancólica,
el llamado heredado me incita
a beber sidéreo agradeciendo a Sibö.
Moler el cacao sinestésico
y ver pintarse de su acuarela
una vez más a la ardilla para revivir
taciturno el comienzo, en cada cerro
encenderé la memoria indígena.
Al pasar el tiempo
ese rito funerario de acordeón
soltará mi alma para saludar a Yábulu
y cada guardián de inefables ventanas.
Por eso mi sendero se columpia
en bienestar con mis hermanos,
en médanos de devoción pacífica
por la naturaleza, alzaré mi vuelo
ardiente pues hacia Sulákaska me dirijo.
Nota: El término Sulákaska hace referencia a una especie de inframundo para los bribris. Es donde se fabrican las almas, el lugar al que vuelven luego del deceso mortal y el hogar de SuLá, el hacedor de almas.
Sobre el autor
El poeta poeta indígena bribri-ngäbe Josué Rodríguez Calderón nació el 24 de setiembre de 1998 en San José, Costa Rica . Actualmente vive en el territorio indígena de Salitre de Buenos Aires, Puntarenas y estudia Zootecnia en la Universidad de Costa Rica, donde forma parte del Movimiento Indígena Interuniversitario (MIINTU).
En el 2019 se integró a un curso de escritura impartida en la misma universidad, también forma parte de la Sociedad de Poetas Cartagineses desde el 2020 y este año se unió a Otro Taller Literario. Como parte de la agrupación Gente y Fauna (ONG) ha colaborado con el poema “Llantos taciturnos» para el mes de los felinos en la página de Facebook de dicha organización.
Es un joven que aprovecha el bagaje cultural de su pueblo, así como la belleza de la naturaleza, del arte, el romance y el dolor para colorear ese vivir de la poesía.
Imagen: Laguna de Sierpe (Puntarenas, Costa Rica). Fuente: quebuenlugar.com