Por Irene de Santos
La Quinta Bella Vista es una novela muy bien escrita, interesante, con buen ritmo y prosa cálida que engancha e invita a seguir leyendo. Es una historia de sanación en todos los niveles que puede experimentar el ser humano, en la medida en que decida vivir su vida siendo coherente con sus deseos, sin permitir que los estereotipos sociales la limiten. Nos hace pensar que, en ocasiones, quizás lo mejor sea detenerse y tomar distancia para evaluar nuestras prioridades. Es una historia de fe, vida y esperanza, a la que solo se accede por medio de un profundo proceso de introspección. Al final la autora se saca un as bajo la manga, un último elemento insospechado, que, como un regalo de despedida, nos deja un sabor dulce de un relato construido a través de los caracteres fuertes y muy bien logrados de sus protagonistas.
Ahora veamos de que está hecha:
Aspectos formales
La prosa de Pilar Torres es ligera y de lectura fácil, cualidades que en ningún momento desmejoran la calidad de la escritura. Además, es transgresora de la norma al contar con dos narradores, ambos en primera persona, lo que permite adivinar un choque de trenes entre ellos y le añade vitalidad a la historia. Al enfocar la trama desde dos puntos opuestos, la escritora presenta su realidad como amplificada por el reflejo de múltiples espejos. Este recurso enriquece la obra y la dota de originalidad.
En cuanto a los diálogos, llama la atención la habilidad de la escritora, la cual se manifiesta en la manera de hablar de Sara, uno de los personajes. Cada línea de diálogo está cargada de palabras entremezcladas en varios idiomas sin sonar falsa o artificial, puesto que es coherente, clara y mantiene los mismos extranjerismos a lo largo de todas ellas. Sin duda, este recurso contribuye a reforzar la identidad del personaje.
Por otro lado, la introducción de las entradas transcritas de un diario que hay que descifrar para desentrañar los misterios de una historia de amor complicada en tiempos de guerra, bajo una férrea dictadura militar y en medio de la Revolución de los claveles, le dan un toque detectivesco a un relato muy interesante y bien logrado. También aparecen un testamento manuscrito y una carta cuyo contenido acerca al lector a la historia de una forma más íntima, como si compartiera las vivencias de los protagonistas, como si él también formara parte de la trama.
Escenarios
El principio de la historia transcurre entre la cotidianidad de la vida de una abogada en Santa Cruz de Tenerife, en un ambiente citadino y profesional, y una encantadora casita rural situada a 30 kilómetros de la capital. La elección de estos escenarios tan diferentes reafirma el carácter contrapuesto de las vidas de la protagonista y uno de los personajes secundarios. Se oponen diametralmente los estilos de la vida urbana, competitiva y acelerada, centrada absolutamente en el trabajo y la búsqueda del éxito de Lucía y la existencia más sosegada y espiritual que vive Sara en un medio rural.
Luego nos trasladamos a Sintra, un paraje precioso a las afueras de Lisboa, en Portugal, lugar donde está ubicada la Quinta Bella Vista, la razón de ser de esta historia. Los escenarios son suficientemente descritos y bien logrados, sin abrumar al lector con detalles innecesarios o redundantes.

Por otra parte, podemos adivinar que la mención de algunas estancias en el relato no es gratuita. Todas ellas brindan información valiosa sobre los personajes, los sitúan en parajes que se ganan su peso en la trama, al aportar información sobre los protagonistas y sus andanzas. Cada sitio encaja en la historia como las piezas de un rompecabezas que al completarse nos da una idea más clara de quienes son.


Ambientación
Aunque la historia central transcurre en la actualidad y a propósito de un pleito por una herencia, bajo ella subyace la razón de ser de la misma, la historia de un amor accidentado que tiene lugar en Portugal entre los años 1973 y 1974, con el trasfondo histórico de la guerra de las colonias, la dictadura de Salazar y la Revolución de los claveles.

Soldados del MFA, con claveles rojos en los cañones de sus fusiles.
Personajes
La trama la mecen personajes entrañables e impecablemente construidos. Hablaremos de los más importantes.
Protagonista
Lucía: Es una abogada tinerfeña que se ha ganado un lugar en el mundo en base a estudio, trabajo, esfuerzo y sacrificio. La agobia una terrible fibromialgia, cuyo origen quizás no sea el planteado al inicio de la historia —en este relato casi nada ni nadie es lo que se percibe inicialmente—. La protagonista experimenta un proceso de transformación total en el devenir de la trama. Es, además, uno de los narradores en primera persona.
Personajes secundarios
Sara: Enfermera durante la guerra y curandera cosmopolita, de nobles sentimientos, dotada de una energía vital que nace de la necesidad de ayudar a los demás. Es una ciudadana del mundo que nos habla con sabiduría y desde el corazón. Esta es una de sus frases cargadas de verdad:
“Mais los sueños hay que perseguirlos cuando nacen, porque cuando envejecen pierden sua esencia, é ya no son sueños, sino deberes sin hacer…”
Este personaje fue creado con una delicadeza extraordinaria y nada en ella es casual, empezando por sus impresionantes ojos azules —que le valieron su apodo durante la guerra—, hasta su forma de vestir, envuelta en gasas coloridas, modos de ser y estar adquiridos durante su convivencia con las diferentes culturas con las que ha compartido su vida, en la gran cantidad de países donde ha residido. Esta idea es reforzada a lo largo de la historia a través de varios mecanismos, tales como objetos mágicos o sitios turísticos, cuya comprensión escapa al visitante común, pero que ella conoce. Esa característica le añade un toque mundano y cosmopolita a la novela y amplía el ya vasto espacio e idea de movimiento constante que envuelve la trama.
Victor Arantes: Militar retirado, hombre dedicado al servicio de la patria, un tanto tosco y rudo, cincelado por la vida militar y acostumbrado a la disciplina y a impartir órdenes. Él muestra al mismo tiempo una faceta un tanto sorprendente de su personalidad: es amante de la poesía. La construcción sólida de este personaje le otorga una total verosimilitud.
Miguel Arantes: oftalmólogo e hijo de Victor Arantes. Es el otro narrador de la historia, quien se va a querellar con Sara por la herencia en cuestión. A pesar de ser un personaje sólido, transmite la sensación de andar un poco perdido en el mundo, a la vez que un tanto ansioso, pues desea descubrir quién era su padre realmente. Se adentra en la historia decidido a desvelar el misterio que envuelve la vida de su progenitor.
Esta novela invita a la reflexión, a replantearnos nuestras prioridades a través de un proceso de introspección profundo, necesario para conectar con nuestro ser interior y evaluar nuestros proyectos existenciales, posiblemente enturbiados por la influencia de los prototipos sociales, las recetas de vida y el espejismo de éxitos ajenos, amenazas que asfixian la existencia del ser humano del siglo XXI.
Recomiendo la lectura de esta preciosa obra que tiene los elementos precisos para mantener la atención y el interés del lector. Estaré pendiente de la publicación de la siguiente, La llave del espejo, así como de todas las que, de seguro, consolidarán la trayectoria de esta exitosa escritora canaria.
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