Sátira y epigrama en la novela romana el Satiricón: pudor y sexo de las mujeres romanas

Resumen

La mujer romana, su insatisfacción sexual o su libertinaje, han sido objeto de la sátira y tema central de muchos epigramas en los que se las califica como livianas, meretrices, asquerosas, o son zoomorfizadas como perras, zorras, y demás calificativos de carácter peyorativo. Con este ensayo, se dilucida cómo en la novela latina y particularmente el Satiricón, son mostradas, siguiendo dicha orientación, actitudes satíricas y epigramáticas contra las mujeres y calificando como impúdica toda actividad femenina relacionada con el sexo.

Palabras Claves: Sátira, epigrama, impudicia, invectiva, ironía.

Abstract

Roman women, their sexual dissatisfaction or debauchery, have been the subject of satire and the central theme of many epigrams in which they are described as light, whores, filthy, or are zoomorphized as bitches, foxes, and other pejorative names. With this essay, it is elucidated how in the Latin novel and particularly the Satiricon, satirical and epigrammatic attitudes against women are shown, following this orientation, and qualifying all female activity related to sex as impudent.

Key Words: Satire, epigram, impudence, invective, irony.

  1. Introducción

En el Satiricón, Petronio describe lo que observa, sin tomar partido alguno ni imponer actitudes moralizantes, ni indignatio (como sí la hay en Juvenal), sino que su función principal es, al parecer, causar la risa del lector.

Las mujeres no escapan a su ojo observador y han sido objeto de la actitud satírica de sus personajes y tema central de pasajes con carácter epigramático en los que se las califica como livianas, meretrices, asquerosas, o son zoomorfizadas como perras, zorras, y demás calificativos de carácter peyorativo, ahora bien, con este ensayo se pretende dilucidar cómo la novela romana (latina), y particularmente el Satiricón, muestra actitudes misóginas, satíricas y epigramáticas y califica como impúdica toda actividad femenina relacionada con el sexo, lo cual lo convierte en un texto misógino.

  • Mujer: pudor y sexo en el Satiricón

 El sexo y la mujer en la sátira y el epigrama no son una amalgama aceptada, pues siempre ha sido visto como un hecho repudiable el que la mujer goce de libertad sexual.

El Satiricón no escapa a esta consideración del personaje femenino y su acercamiento al sexo, antes bien, muestra una serie de calificativos (perra, liviana, pervertida, entre otros) de carácter peyorativo contra ellas, de tal manera que, mediante el rebajamiento, se denigren y sean humilladas al punto de no tener mayor relevancia que la que les otorga el hombre cuando, urge de sus servicios, hecho que según Callebat (2010),  citado por Codoñer (2010), le asigna un claro matiz misógino a la obra de Petronio.

Ante dichas afirmaciones surge el siguiente cuestionamiento: ¿Por qué los personajes femeninos son desvalorizados cuando se les relaciona con el sexo en el Satiricón?

Al respecto, Hodgart (1969) afirma que los mecanismos de la sátira son muchos y que uno de ellos, quizá el principal, es la amplificación o hiperbolización, de manera tal, que si una mujer tenía la libertad de escoger el hombre que deseara, y no al contrario, sería vista como la peor de todas, impúdica, y pérfida. Además, presenta la tesis de que al ser los hombres quienes establecen las normas de poder en la sociedad romana, cualquier acción contraria a lo considerado moralmente aceptado para una mujer se trataría de una trasgresión al sistema, lo que llevaría a condenar o, mejor dicho, a repudiar la conducta femenina, aunque esta no sea tan pervertida originalmente. Asimismo, menciona que «los hombres sienten cierto resentimiento, porque con todas sus ventajas, el poder que ejercen sobre las mujeres dista mucho de ser completo y aún en algunos aspectos las mujeres quizás ejerzan su poder sobre ellos» (Hodgart,1969, p.79).

Esa incompletud del poder ostentado por los hombres se refleja en el siguiente pasaje del Satiricón, corresponde a la cena de Trimalción y lo expresado por el propio personaje hacia su esposa: «pero esa alimaña está en todo, hasta en lo que menos te figuras» (Petronio. 37, p.63).

La cita refleja el rebajamiento de la mujer, pues se refiere a Fortunata, la esposa de Trimalción, quien se mete en los asuntos de su marido, en el espacio público, vetado para la mujer desde la antigüedad, hecho que motiva el maltrato injustificado mediante la palabra “alimaña”, dirigido a la mujer. En fin, los personajes femeninos del Satiricón (Fortunata, Filomena, Trifena, Cuartila, Melisa, Crisis, Circe y algunas matronas) serán el objeto de burla, pero también de deseo de muchos hombres en el texto.

  • Sátira de la mujer y su acercamiento al sexo: matronas depravadas y jóvenes livianas

Uno de los temas de la sátira en el texto de Petronio es, precisamente, el acercamiento de la mujer con el sexo, la manera en que ellas viven, lo gozan y, en algunas ocasiones, sacan provecho de él. Ahora bien, los mecanismos que utilizan para mostrar la impudicia de la mujer son precisamente, la ironía, la amplificación y la parodia.

Según Battistón (2004):

una lectura general del Satiricón permite advertir que la mirada petroniana, propia de la menipea, pone en evidencia la crítica social a los excesos y perversiones en determinados tipos de mujeres, siendo una o dos las que no son rebajadas ni humilladas en el texto debido a su actividad sexual (p.77).

Uno de los tipos de mujer que con mayor frecuencia es denunciada por su falsa ostentación de pudor es indudablemente el de la matrona, tal como se observa en la siguiente cita:

¿Para que alguna matrona, cargada con las alhajas del mar y saltando sobre su deber, se extienda en lecho ajeno? (Petronio, 53. p. 84)

Ya las “Cornelias” se extinguieron, en el Satiricón se parodia la matrona o uxor que ha dejado de lado el pudor con el que se le reconocía (y por lo que era valorada) y se dedica, al igual que las meretrices a buscar hombres que satisfagan las necesidades sexuales que sus maridos no cumplen.

Se observa, entonces, que la parodia de la matrona pudorosa, ahora vista como impúdica mujer posee una gran dosis de ironía y de inversión de valores propios de la sátira menipea como la describe Kristeva (1981), para quien «es a la vez cómica y trágica, es más bien seria, en el sentido en que lo es el carnaval y, por el estatuto de sus palabras, es política y socialmente subversiva» (p. 214).

Unido a lo anterior, la fábula milesia de la matrona de Efeso, la cual, en resumen, trata de una uxor tan conocida por su pudicia, que incluso las mujeres de otros pueblos vecinos acudían a verla, pero su pudor era una farsa porque murió su marido y no habían pasado ni nueve días de su fallecimiento cuando decidió unirse a un soldado y olvidar la pena.

Por otra parte, los personajes femeninos no se pueden defender de los embates emitidos por la voz masculina, quienes retoman la tradición misógina y satirizan contra la liviandad de las mujeres. La voz de Eumolpo es la que surge y dice lo siguiente:

las mujeres se enamoraban fácilmente; que, a la primera ocasión, se olvidaban hasta de sus hijos; que toda mujer, por virtuosa que fuera, bajo el impulso de un nuevo amor, perdía la cabeza y se extraviaba(Petronio.110, p.156).

Dicha cita recuerda a uno de los satíricos más importantes, Juvenal, quien en su sátira VI lleva la invectiva al máximo en relación con la mujer y su poco pudor al decir «qué belleza la encandiló, qué juventud ha cautivado a Epia… ella lo prefirió a hijos y patria, lo prefirió a hermanos y marido». (Juvenal. Sat. VI. v.102)

Según se nota en el Satiricón, a este tipo de mujer no se le puede considerar más que como una ramera (apelativo muy utilizado para referirse a las mujeres), condición que se le atribuye a Cuartila, a Filomena, a Trifena, a Crisis y a Circe de quien se dice: «salta de la orquesta más allá de la fila catorce para buscar lo que le gusta entre la hez de la plebe» (Petronio.126, p. 181).

Se nota que lo que Petronio satiriza, del carácter femenino, es la desmesura y la prostitución; sin embargo, esta visión podría ampliarse al mencionar que Petronio, en la voz de Encolpio, satiriza todo aquello relacionado con la mujer y el sexo, es decir, todo lo que fuese considerado impúdico por parte de los hombres.

  • Actitud epigramática con la impudicia sexual de la mujer

El epigrama tal como lo trató Marcial se caracterizó por su fulmen in clausula, que resumía la invectiva contra quien se dirigiese (Argüello, 2004); no obstante, tal estilo literario no quedó únicamente adscrito a Marcial pues, en el Satiricón, si bien es cierto, no se encuentran propiamente estructurados, existen fragmentos en cuya esencia presentan actitudes epigramáticas y, en su mayoría, se dirigen hacia la impúdica manera de actuar de los personajes femeninos en relación con su sexualidad.

La mujer que enamora y olvida es terrible para el hombre, puesto que se entrega y se va, pero el dolor que causan permanece y, por tal razón, son consideradas pérfidas, ninguna se niega, todas se dan, como apunta Marcial:

Ninguna mujer se niega. Hace tiempo que voy buscando por toda la ciudad. Safronio Rufo, si alguna joven se niega: ninguna se niega. Como si fuera una impiedad, como si negarse fuera una vergüenza, como si estuviera prohibido ninguna joven se niega. ¿Entonces no hay ninguna honrada? –Si hay honradas a millares ¿qué hace, pues una mujer honrada? –No se da, pero no se niega (Marcial. LXXI.p. 219)

Ese epigrama de Marcial, en comparación con lo mostrado en el Satiricón, es un reflejo exacto de la impudicia de la mujer, si bien es cierto se ha creído que Petronio no muestra indignación como lo hacen Juvenal y Marcial, ni crítica, sino que se limita a describir; sus personajes (y principalmente Encolpio) contradicen esto, pues sí atacan la inmoralidad en la que han caído, según ellos, las mujeres de Roma y, en algunos casos, en forma de epigrama, por ejemplo:

«Si llevas en tus venas una gota de sangre libre, no has de tener más consideraciones ante esta mujer que ante una prostituta. Si eres un hombre de verdad, no te acercarás a esa fulana.» (Petronio. 113, p.161)

El fragmento se plantea en forma de consejo, pero tiene connotación de invectiva. Como se nota, no solo se trata de describir, hay juicios de valor, hay desprecio por la impudicia femenina. El fulmen in clausula se centra en el hecho de que sería indigno que un hombre se acercara a una mujer cuya característica principal es la liviandad.  Tal como se manifiesta en el siguiente pasaje:

«pero la mujer ¡que ave de rapiña es la mujer! Nadie debiera tener condescendencia con una mujer: es como echar agua al pozo. Pero un viejo amor es como un cáncer» (Petronio. 42, p. 69)

En fin, es notorio que muchos de los fragmentos con carácter epigramático se enfocan en la mujer y de esta únicamente en aquello que las involucra con el recato sexual, lo cual quiere decir que ellas son impúdicas, solo si los hombres así lo consideran, hecho que indudablemente refleja el carácter misógino del texto.

  • Conclusiones

La consideración de las actividades sexuales de la mujer permite que, mediante mecanismos utilizados por la sátira como la parodia y la ironía se cuestione el pudor de estas y se le muestre al lector la bajeza en que se encuentran sumidas las mujeres de Roma.

La actitud satírica y epigramática se hace presente cada vez que un personaje femenino es introducido en el texto y más aún si tiene participación en alguna actividad que esté ligada al sexo y a la pérdida del pudor que esto suponía.

Así las cosas, tal como se propuso desde el principio de este ensayo, el texto posee un innegable carácter misógino; las mujeres desde sus apariciones iniciales en el Satiricón se muestran como objeto de burla, de sátira y de humillaciones.

 

Referencias

Argüello, S (2004). La fábula en los satíricos Horacio y Petronio. Revista Artes y Letras. Universidad de Costa Rica. Vol. XXVIII (2), pp. 105-119.

Bajtin, M. (1986) Problemas literarios y estéticos. La Habana: Editorial Arte y Literatura

Battistón, D. (2004). Interim mulieres sauciae inter se riserunt. Los personajes femeninos del Satyricon: Sátira y parodia. Circe de clásicos y modernos, (9), pp. 73-86.

Codoñer Merino, C. (2010). Historia de la literatura latina. Madrid. Editorial Cátedra.

Codoñer Merino, C. (1996). Petronio: Satiricón. Madrid: Akal Clásica. .

Hodgart, M. (1969). La sátira, (trad. Ángel Guillén). Madrid: Guadarrama.

Juvenal. (1991) Sátiras. (Traducción de Manuel Balasch y Miquel Dolç). Madrid: Gredos.

Kristeva, J. (1981). Semiótica 1. Madrid: Editorial Fundamentos.

Marcial, M. V., & Estefanía, D. (1991). Epigramas completos. Madrid: Cátedra.

 


Sobre el autor

Minor Herrera Valenciano:

Es Doctorando en Estudios del Mundo Antiguo de la Universidad Complutense de Madrid, España. Docente e investigador de la Universidad de Costa Rica, Sede de Occidente, en cursos de lengua y literatura de Bachillerato y de Maestría. Asimismo, dentro de esta misma institución el susodicho es editor general de la Revista Pensamiento Actual.

Sus líneas de investigación son estudios de tradición clásica en la literatura de Costa Rica, construcción discursiva de la utopía, didáctica de la lenguas española a partir de las lenguas clásicas, entre otras temáticas que relacionan a los modernos con los antiguos.

Por último, Minor es autor de la novela costarricense “Los hijos del diablo” (2016) y se considera fiel amante y apasionado del mundo clásico.

 

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