Encanto fatal, escrita por Melissa Marr, es una novela bastante particular perteneciente al género fantástico, dado que, a pesar de contener todos los elementos de rigor que rompen con la realidad establecida, tales como elfos, reyes, reinas, profecías, maleficios, pociones y dones extraordinarios, su trama transcurre en un entorno mundano y actual, al que se adapta y con el que está íntimamente relacionada.
Los antecedentes de esta historia se remontan a tiempos ancestrales, cuando Beira, la Reina del Invierno asesinó a su esposo, El Rey del Verano, y despojó a su hijo Keenan de parte de su poder para extender su reino de frío y hielo a toda la Tierra. Según las reglas que rigen esta antigua pugna, para recuperar sus poderes y lograr el equilibrio del clima, Keenan, heredero del trono del Rey del Verano, deberá encontrar a La Elegida, desposarla y gobernar con ella la Corte del Verano. La candidata deberá someterse voluntariamente a una prueba que consiste en sostener el báculo de la Reina del Invierno. Si es La Elegida, el cetro no tendrá poder sobre ella, el frío del invierno contenido en él no la poseerá y se convertirá en la Reina de la Corte de Verano, pero si no lo es deberá advertir a las próximas aspirantes del peligro que corren al aceptar someterse a la prueba. En Encanto Fatal Keenan cree haber hallado en Aislinn a La Elegida, por lo que aspira a convencerla de que haga la prueba y se convierta en su ansiada reina.
Gracias a la habilidad de la autora, ambos mundos se integran a la perfección a lo largo de toda la historia, pues no solo coexisten, sino que, además, para sobrevivir deben desarrollar una relación de cooperación. De hecho, el conflicto tiene su origen en el mundo mágico, pero, el que no sea resuelto, significaría la eventual aniquilación de ambos planos, el mágico y aquel en el que se desenvuelve la humanidad. Por otra parte, la solución del mismo está en manos de un ser humano.
De esta forma, la autora introduce sutilmente la idea de que, si desapareciera el mundo mítico, la humanidad perdería una parte importante de sí misma y de su cultura; la habilidad de tejer historias fantásticas que reencuentra al ser humano con su imaginación, capacidad que le ha permitido soñar y concebir un mundo mejor.
Al anclar el origen del conflicto al mundo mítico y su resolución al mundo real, uniéndolos al mismo tiempo por un destino común, Marr establece un nexo indisoluble entre ambos planos; y al ubicar el mundo fantástico en la actualidad y en una ciudad humana, plantea que la magia y la fantasía, lejos de quedar confinadas a estudios de mitos y leyendas, han acompañado al ser humano desde siempre y continúan siendo parte importante de lo que es.
En cuanto a los aspectos formales, esta es una historia narrada en tercera persona por un narrador omnisciente, en la cual el tiempo sigue una cronología lineal, a excepción del prólogo, donde aparece una escena remota, ocurrida mucho antes que el resto del relato, que brinda al lector sus antecedentes. En líneas generales, es un libro de fácil lectura, interesante y dotado de un buen ritmo, que invita a seguir leyendo.
Cada capítulo es antecedido por una cita tomada de publicaciones de destacados folcloristas, escritores e investigadores, como Robert Kirk, Andrew Lang, Thomas Keightlex y Lady Francesca Speranza Wilde, madre de Oscar Wilde, quienes dedicaron su trabajo a la recopilación de mitos, leyendas y costumbres de las culturas irlandesa, escocesa y gaélica. Al hacer uso de cada una de ellas, Marr suministra al lector información necesaria para comprender los aspectos fundamentales de la novela, sirviéndose de una prosa sencilla y directa, capaz de conducir a una intersección donde convergen múltiples elementos, reales y fantásticos, sin que este se pierda en un laberinto de antecedentes y detalles prescindibles. Por otra parte, la inclusión de fragmentos del trabajo de estos reconocidos folcloristas le imprime rigor cultural a la novela.
Sobre la ambientación, queda claro que a través de las páginas de esta novela no visitaremos la Tierra Media, ni emprenderemos ninguna cruzada épica hacia Mordor, el lugar donde crecen las sombras. Viajaremos a Huntsdale, Missouri, Estados Unidos, un lugar que se adapta bien a los requerimientos de la protagonista de la novela, porque al no ser una ciudad próspera, a diferencia de Pittsburg y Washington, mencionadas también en el libro, hay menos elfos en él.
Cabe destacar que, a pesar de que la autora no creó un universo mágico donde se desarrollan los acontecimientos de su obra, logró algo muy importante: acercar la fantasía al mundo real y el legado cultural al presente, al implantar en un escenario citadino los elementos más relevantes de las leyendas y mitos de Escocia e Irlanda.
Da la impresión de que, al desempolvar esos relatos ancestrales, las autora les da una nueva vida para sembrar en la mente del lector la idea de que la fantasía ha evolucionado y es capaz de sobrevivir en contextos modernos, muy diferentes a los que le dieron origen: está aquí, vive con nosotros, comparte nuestra cotidianidad y no nos abandonará, siempre y cuando nosotros la mantengamos viva, tal y como lo hace la autora con su obra.
Otro aspecto que cabe destacar es el hecho de que, a lo largo de toda la historia, se insiste en el cambio de costumbres con el paso del tiempo, y así se actualiza su contenido. Esto representa una evolución, si se quiere, de la cultura mágica. Hay un esfuerzo por parte de los personajes de adaptarse a las nuevas costumbres del mundo de los humanos. Son frecuentes las referencias a actuar de forma acorde con los nuevos tiempos, sobre todo en lo concerniente a la manera en la que el Rey del Verano debe cortejar a Aislinn.
Además, la autora va incluso un poco más allá con la protagonista, una joven de diecisiete años que, si bien está dispuesta a aceptar su destino, solo lo hará en sus propios términos. Ampliaremos esta información más adelante, cuando hablemos de los personajes.
La historia se desarrolla en escenarios nada extraordinarios: un instituto católico dirigido por el padre O’Connell, un obispo irlandés — otro guiño al país de los elfos y las hadas—, una tienda de comic, una sala de billar, un restaurante, un salón de tatuajes, la casa de Seth, un vagón en un patio de trenes abandonados, lugar favorito de Aislinn, porque al estar hecho de metal las criaturas mágicas no pueden seguirla a su interior, y la casa de la abuela de Aislinn, un departamento común y corriente.
Sin embargo, las cortes mágicas también tienen cabida en esta ciudad humana: la Corte del Verano está en el loft donde vive Keenan, el Rey del Verano, un lugar extraordinario donde crece una vegetación exuberante, las aves revolotean libremente y huele a naturaleza. Por su parte, el asentamiento de La Corte de Invierno es una antigua mansión victoriana, donde el frío y la nieve campan a gusto, independientemente de la estación reinante en el exterior.
Por otro lado, variopinto es el término que mejor describe a los personajes en esta historia. Sin embargo, todos tienen algo en común, y es que cada uno de ellos sigue las pautas contenidas en Las doce etapas del viaje del héroe, de Joseph Campbell. Encontramos a una heroína, a un heraldo que hace el llamado, a varios mentores y aliados, que ayudarán a la protagonista a enfrentar el desafío y a una villana, quien es el enemigo a vencer para superar la prueba.

La lista de los personajes es la siguiente:
Aislinn (personaje principal): La protagonista de Encuentro fatal es una joven que asiste al instituto, pasea con sus amigas, como cualquier chica normal de su edad, pero que tiene el don de ver a los elfos, a diferencia del resto de los mortales, quienes no se percatan de su presencia. Esta capacidad, heredada de su abuela y de su madre, la hará vivir en un estado de estrés constante, dado que debe ocultarla tanto de los seres míticos, quienes la matarían si descubrieran que es capaz de verlos, como a los mortales.
Esta joven heroína recibirá el llamado a la aventura y lo rechazará al principio, pero, finalmente, luchará contra el mal. Aceptará su destino como Reina del Verano, pero imponiendo sus condiciones: no renunciará a su vida mortal ni a su amor, Seth; continuará con su educación universitaria y asumirá su reinado, pero como un trabajo que debe realizar con el Rey del Verano como colega, nada más alejado de la visión tradicional donde las princesas se rinden al amor de su príncipe y reinan felices para siempre en una corte mágica. En esta novela el típico cliché de los cuentos de hadas se rompe o, más bien, se actualiza. Ella es una mujer moderna y empoderada, dueña de sus decisiones y de su destino.
Keenan: Es el Rey del Verano, quien durante siglos ha buscado a La Elegida para convertirla en su reina y, con su ayuda, restablecer sus poderes a plenitud, derrotar a la Reina de Invierno y devolver el equilibrio climático al mundo.
Beira: Es la villana por excelencia, Reina del Invierno y madre de Keenan. Desea conservar para sí el control absoluto del clima y congelar la Tierra paulatinamente. Con un exacerbado ego y una vanidad sin límites es incapaz de albergar algún sentimiento noble, por lo que rechazará la oferta de su hijo de regir el clima en armonía, lo que supondrá su fin.
Donia: Antigua aspirante al trono de la Corte del Verano. Al fallar en la prueba que la convertiría en reina, queda relegada al papel de Dama de Invierno. Debe seguir las normas del juego y prevenir a cada nueva aspirante al trono de los peligros que la prueba encierra: si la chica no es La Elegida, al tomar el bastón de mando de Beira, no solo perderá su mortalidad, sino que además se transformará en un ser atrapado entre dos mundos, con la difícil tarea de ser testigo del amor que cada nueva aspirante sienta por Keenan — amor que ella aún le profesa— cargo del que solo podrá liberarse si otra chica falla, con lo que se convertiría en su reemplazo. Asume el papel de mentora de Aislinn y la ayuda a derrotar a Beira.
Seth: Se convierte en aliado de lucha de Aislinn. Es un personaje entrañable, un artista algo excéntrico, que hace esculturas de hierro, usa piercings, tiene tatuajes y ha adaptado un vagón abandonado de tren como residencia. Su amor por Aislinn hará que crea en ella, a pesar de no poder ver a las criaturas mágicas que la persiguen.
Este personaje afronta el problema con un enfoque muy actual: lejos de emprender una travesía épica en busca de un objeto fantástico que les ayude a derrotar al villano o consultar a algún ser mítico que le dé la clave de cómo hacerlo, usa la súper autopista de la información para descubrir cómo asistir a Aislinn en su lucha y así descubre, por ejemplo, antiguas recetas de pociones que le permitirán ver a los elfos, aunque esto pueda suponer la muerte para él. Es un chico valiente, arrojado y decidido a luchar codo a codo con su amada Aislinn.
La abuela: Ella es en realidad la primera mentora que ha tenido la protagonista. La crió y le enseñó a manejarse entre los elfos, también cómo sobrevivir. Es de quien la protagonista heredó el don de verlos.
Para finalizar, retomemos la idea central. Más allá del conflicto presente en la trama de Encuentro fatal, cabe destacar el enfoque que le da su autora al mundo mágico con respecto al mundo real. Marr une ambos planos bajo una amenaza común que, si bien se inició en el reino de la magia en un pasado remoto, pone en peligro la existencia misma del mundo real, y solo podrá ser resuelto por un ser humano.
Mediante este planteamiento, la autora crea una alegoría que transmite la idea de que la fantasía enriquece la realidad, por lo que será el ser humano el encargado de salvar el reino de la magia; pues, aunque el mundo real no sería destruido si el mítico cae en el olvido, el mundo que conocemos se tornaría en un enclave más pobre, desprovisto de fantasía, de sueños y, finalmente, de imaginación.
Si somos afortunados, la fantasía vivirá con nosotros siempre. Melissa Marr hace un aporte importante con sus letras para que así sea. Ella desempolva viejos mitos y leyendas y los dota de actualidad, sin despojarlos de sus encantos. Le da a la fantasía una segunda vida al adaptarla e introducirla en la cotidianidad, como queriendo decirnos que todavía está con nosotros y que de nosotros depende conservarla.
Sobre la autora del libro
Melissa Marr nació en Nueva York en 1972. Cursó Estudios de Literatura y Estudios de Género en la Universidad de Pensilvania. Fue profesora de Literatura. Su novela, Encuentro fatal, ocupó la lista de los libros más vendidos del New York Times. Completan esta saga cuatro títulos más. Esta prolífica autora es, además, graduada en Artes en el Bennington College y obtuvo un Máster en Administración de Empresas en la Columbia Bussines Scholl.
Sus otras pasiones son el tatuaje y la fotografía, y ha publicado libros ilustrados para niños. Actualmente reside en Arizona, donde continúa su trabajo.
