“I am half sick of shadows,” said
The Laidy of Shallot
-Alfred Lord Tennyson
Quizá siempre fue cuestión de dejar,
de marchitar el pedestal,
mi yo de lirios blancos.
Porque así, cariño,
es como han sangrado mis dedos
al tirar y tirar del estambre
para encubrir con aves y flores
los deseos descifrables;
como lo han hecho las que esperan.
Aún así me resigné
a contar cada solsticio con sus soles,
a memorizar los ciclos de las sombras,
que siento irse así como llegan
divagantes desde afuera,
y me dejan como quisiera hacerlo yo:
sin más,
con la libertad del pecado
sin la carga de no pecar.
Pero ahora implota el claustro por lo que no di:
porque si te cuidé
fue porque quise,
porque si protegí lo tuyo
fue porque quise;
las opciones no las tuve, pero las conocí ahí
y el potencial fue todo mío.
Y como el polen, me hice más pequeña,
un concentrado de lo que soy
de lo que aprendí a ser con vos
sin vos;
una partícula sobre el agua
que lo da todo porque quiere.
Sobre la autora
Katherine Navarro González nació en Cartago, Costa Rica en 1997. Graduada en Filología Clásica de la Universidad de Costa Rica. Escribe poesía breve y cotidiana, inspirada en la observación del detalle y la introspección. Ha publicado en el fanzine de Otro taller literario en 2020 y forma parte de la antología panhispánica de poetas jóvenes del siglo XXI Todos los dioses publicada en 2022.