I Jamás vencida
Desde la cima del monte Ficio, la Esfinge contemplaba el paso seguro del viajero que se acercaba a Tebas. En su mirada descubrió que él sería quien daría la respuesta a su enigma. Nunca antes alguien había podido resolverlo. ¡Qué festín se hacía con los perdedores! ¿Acaso este desconocido se jactaría de haberla vencido? No quiso regalarle esa alegría. En cuanto el hombre estuvo al pie del monte, la Esfinge tomó impulso y se precipitó a tierra. Edipo contempló absorto al monstruo muerto. ¿Y ahora? Él quería resolver el enigma y entrar como vencedor a Tebas, pero el suicidio de la que hacía la pregunta le arruinó su deseo. Sin pregunta, no había resolución, por ende: no había héroe. Retomó el camino. Confió en que algo se le ocurriría para contar a los tebanos y tener el reconocimiento que tanto anhelaba. Total, sólo él sabía qué había pasado realmente.
II La boda
—Quisiera que mi casamiento pase lo más desapercibido posible, que sea algo estrictamente personal, que se me recuerde sólo por mis actos de gobierno; por eso te pregunto: ¿Quieres casarte conmigo, Yocasta?
—Por supuesto, Edipo.
III Profunda y sentida reflexión de Edipo al ver a Yocasta ahorcada
—Creo que tenía que haber elegido a otra.
Sobre el autor
Claudio Mamud es un escritor argentino nacido en 1965. Desde 1996 dicta clases de apreciación musical de música clásica y ópera. En 2017 presentó su primer libro de ficción: Sólo para ella y otros cuentos.
Varios de sus cuentos recibieron distinciones en su país y en el exterior. Sus cuentos y microcuentos han sido narrados por diversos narradores en espectáculos. En 2019 presentó su segundo libro de cuentos, Eterna Clarisa.
Imagen: Edipo (detalle) por Georges-Antoine Rochegrosse