Para que el sol alumbrase era necesario que comiese corazones y bebiese sangre, y para ello hicieron la guerra.
—Se apaga, se nos apaga el sol.
—¿Qué haremos?
—Guerra, solo la guerra nos salvará.
—Necesitamos corazones para nuestro sol.
—Y sangre para que sacie su sed.
—Nos cubrirán las tinieblas.
—Nos devorarán las sombras.
—Llamemos a la guerra.
—Nueva vida para el sol.
—¡Guerra! ¡Guerra!
—La muerte nos dará los corazones y la sangre para que renazca.
—Para que triunfe sobre la noche.
—¡Oh, Edificador! ¡Oh, Manifestador!
—¡Míranos y óyenos!
—No nos abandones.
—Tú, el que ve en la sombra, en el cielo y en la tierra.
—Danos la señal de tu palabra.
—Muéstranos el camino.
—Brindamos la paz para nosotros y nuestro descendientes.
—¡Que tu luz no se extinga!
—Muéstrate en todo tu esplendor.
— Si quieres corazones, corazones tendrás.
—Si deseas sangre, sangre beberás.
—Descúbrenos tu rostro radiante.
—Yérguete en medio de la oscuridad.
—Incendia con tu fuego el cielo.
—Mira que si tú desapareces, nosotros también desapareceremos.
Sobre la autora
María Graciela Kebani nació en Buenos Aires, Argentina, en 1960. Trabajó en la docencia (nivel medio) durante más de treinta años como profesora de Lengua y Literatura enseñando y leyendo cuentos, poemas, leyendas, etc. Esta dedicación a la literatura y a la lectura le llevó escribir. Escribió poemas, cuentos, teatro y una novela. También escribió poemas y cuentos para niños. Publicó tres libros en Ediciones del Dock: «En algún lugar el paraíso» (poemas) (2006), «Para que no muera el sol» (cuentos) (2006) y «De sombras y obsesiones» (poemas y cuentos), (2008). Pasiones: la lectura, la mitología y el arte en todas sus variables.
Imagen: Piedra del Sol