La casa
La fisionomía de la casa cambia cuando te vas al trabajo. Las camas son más espaciosas, las cortinas se ven como cuando estaban nuevas. El semblante de la casa cambia cuando te vas al trabajo, y es asombroso, cuando doblás en aquella esquina, las ventanas te siguen para asegurarse que no te vas a devolver, que no olvidaste los cigarrillos o aquel reloj con brújula que tanto te gustaba porque te lo dio el abuelo de Gustavo Guerra.
Regreso a lo esencial, la casa se alegra, el viento se mete con sus aves y sus fragancias, que tal vez tengan de Bután o Nueva Delhi, la comida se hace sola y la radio toca sólo mis canciones favoritas. Los amantes aparecen y desaparecen como espectros, como tíos que se van por mucho tiempo y luego aparecen de la nada y te piden un café, pasan la tarde y se vuelven a ir. Yo vivo aquí y vivo mucho, no lo sabés.
La casa demuda su rostro de reuma, cerrás la puerta, pasás el portón, guardás las llaves, flores salen de los retretes y me suelto el cabello y me paso sombras brillantes en los párpados y el quemador arde y las piernas se depilan solas y las hormigas desfilan felices llevando de aquí para allá las migas de pan polaco muy bueno que vos no has probado y las plagas de la cañería no existen. Vos no existís.
Yo vivo aquí y vivo mucho, no lo sabés.
Con todo, a las siete, reumática la casa comienza a sonar dolorosa sus bisagras. Te vislumbra desde que desdoblás la esquina y yo muero aquí y muero mucho, la cena está fría y no lo sabés.
Poema teológico sobre lo eterno implícito en la pintura anónima de Gabrielle d’Estrées y su hermana en el baño
A Laura Gómez
Diosas mutuas,
claraboyas y velas de cierto color en el andén.
De fondo el collado verdea y se extiende,
Hamartia no existe.
Sólo ellas diosas mutuas y la hora que viene,
y la ninfa que les ha puesto un pámpano en la boca,
y el raudal de aguas perennes.
Ni todos los inviernos de todas las eras,
ni la bravía de Vulcano podrá alcanzarles nunca,
porque sólo existirán ellas,
diosas mutuas;
con sus fértiles acrópolis,
y el follaje de sus rojas cabelleras,
el brío de su desnudez,
y en sus robustos pechos una umbrosa majada
[de diminutos carneros corriendo hacia lo eterno.
Erzulí
Si una adepta al vudú toma en sus dedos una liga de caucho azul encontrada en medio de la sábana, ésta adquiere voz. Entonces, canta, vocifera en nombre de Erzulí.
Y luego según se le ocurra a la adepta, transforma a la pequeña de caucho y hace con ella un polígono o un cuadrilátero. La silueta de un equino, de un paquidermo o de una liebre si se le antoja.
Forma de furia.
Forma de beso.
Sólidos platónicos y otros caprichos.
La empapa en su menstruación y la riega con el esperma nacido del éxtasis de una plegaria. Le da forma al homo, le provoca una erección, lo integra a la mulier sapiens, y éste es incapaz de olvidarla.
La adepta al vudú, revienta la liga y con un nudo crea anzuelos que bajan en funicular hacia su presa encarnando toda forma expuesta en el libro sagrado de las formas. La divide en octantes y urde pequeñas criaturas que se alimentan de lava.
La adepta, secuaz de todas las transformaciones, la trae de nuevo a su forma original de liga de caucho azul.
Sobre la autora
Lara Solórzano Damasceno es una poeta brasileña-costarricense, docente en la Escuela de Lenguas Modernas de la Universidad de Costa Rica, traductora e intérprete políglota. Forma parte del Taller Literario Don Chico desde el 2000 fundado por el escritor costarricense Francisco Zuñiga Días y del Círculo de Lectura de Lingüística Feminista y Glotopolítica desde junio de 2020, fue parte del Taller Literario Representativo de la Universidad Nacional (2009-2010) así como del Poetry Taster y Writing for Film Scripts del Leicester AE College en el Reino Unido (2006). Ha dado charlas sobre diversos temas relacionados a la enseñanza del portugués en congresos de lingüística tanto en la Universidad de Costa Rica, como en Princeton University. Entre las publicaciones se encuentran su antología poética de corte feminista El Bestiario de las Falenas (Editorial Nacimiento, 2019), crónicas de viaje en la revista neoyorquina ViceVersa Magazine, poemas y crónica literarias en la revista méxicana De-lirio y en la revista costarricense Más Allá de la Cortina, así como los libros educativos para escolares English 1 y English 2 con la Asociación Libros para Todos. Próximamente, traducciones al inglés de varios de sus poemas serán publicadas en la revista literaria The Common de Amherst, Massachusetts y ha sido incluida en la antología que saldrá como parte de la conmemoración del bicentenario Ni miel ni hojuelas. Escribir desde la feminidad de Editorial Costa Rica.
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